martes, 28 de abril de 2009

La niña en la que se convierte

Para Paulina, gracias por confiar en mí.

A ella le encanta cuando él llega y le dice amorcita
Cuando la conversación fluye y ella lo siente tan cerca, aunque para el mundo ellos estén a 9979.60 kilómetros de distancia.
A ella le encanta la niña en la que se convierte cuando él canta su primer canción; cuando el hace planes y la quiere como esposa.
A ella le encanta cuando él bromea y la hace enfadar y al final él busca que sonria.
A ella ya no le gustan los juegos de muñecas; pero el juego que él propone es exquisitamente divertido.
Ella está enamorada de la niña en la que se convierte cuando el silencio se apodera de los dos y ambos están esperando.
Ella lo ama a él y no hay duda. Le encanta sentirse protegida, cuando él dibuja una realidad para los dos y se van a refugiar ahí.
Él la ama a ella, ingenua cuando es una niña; bonita cuando es mujer y dispuesta cuando es su esposa.
Él sabe que aquella niña es caprichosa y aunque quiera cambiarla, a él le encanta esa niña, lo sorprende, le arranca el aliento y lo hace el hombre más feliz del mundo.
Son el uno para el otro, no hay duda.

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