Aunque más bien diría que era un amor que ya tenía, sólo lo descubrí.
Para muchos podría pensarse que mi amor por África se inició con un hombre, pero en lo absoluto, no fue así.
Corría abril de 2007, ente clases amenas y la ancias de iniciar un nuevo camino;un bueno día al hojear la Gaceta de la UNAM apareció anunaciado un festival de cine africano y que sin duda llamó mi atención de inmediato.
Me organizé y me fuí a la Sala Julio Bracho del CCU, para ver una función sobre mujeres africanas con el VHI-Sida. Por supuesto que me conmovió, pero lejos de ello, comenzó una curiosidad por indagar sobre aquél continente del que todos hablan, por el que muchos sienten lástima y del que muy pocos conocen con exactitud.
Sé que África tiene el mayor índice de contagiados por Sida, que la mayoría de sus países tienen conflictos internos y que los gobiernos no saben cómo remediar la situación.
Sin embargo, ese no fue sólo mi interés, quería conocer sobre sus costumbres,tradiciones, sobre la forma en la que veían al mundol, en fin.
Fue tanto el impacto que tuvo ese festival de cine, que al siguiente año, en su segunda versión, decidí inscribirme como voluntaria y por azares del destino me aceptaron y admito que fue una de las experiencias más gratificantes de mi vida, a nivel personal.
El Festival me dejó nuevos "amigos", que con el pasó de los días formaron parte de mi vida.
Gracias a internet y muy seguramente al destino, tuve la oportunidad de conocer a algunos africanos, de Nigeria y Guinea Ecuatorial. Son personas a las que admiro y aprecio mucho y que con un poco de recelo me han permitido adentrarme en sus mundos y compartir cosmovisiones.
A parte de lo atractivos que son para mi los africanos, me parecen personas muy divertidas, amables, extraños y amorosos (con sus debidas modificaciones).
Lo más chistoso de está relación es que ellos aprendieron que los mexicanos ya no estamos en caballos ni usamos sombreros y yo aprendí que son negros pero no muertos de hambre, que no todos tienen Sida y sobre todo que fuimos hechos del mismo barro.
África muy probalemente sea la mayor razón del lugar donde me encuentro ahora.
domingo, 26 de julio de 2009
viernes, 24 de julio de 2009
miércoles, 8 de julio de 2009
Lo peor que te puede pasar en la vida ( a demás de un embarazo no deseado o un balazo) es tener una tía chismosa viviendo a un lado de tu casa

Generalmente las tías no son seres del todo amados, hay tías medio ridículas pero soportables, solteronas pero muy divertidas, también las hay corrientes pero pueden llegar a ser aceptadas; pero lo peor que puede haber en la vida es una tía chismosa y aunado a eso que viva a un lado de tu casa.
Su pasión por el "chismorreo" puede ir desde levantarte falsos, hasta viborear con medio vecindario y actuar con alevosía y ventaja para darte en la torre.
Yo tengo una tía así y desde que tengo memoria no hace otra cosa que inventar chismes, actuar de mala fe y ser un ser despreciable. Sus hijos son igual, pero disfruto ver sus incapacidades y sus terribles rencores contra mi familia por ser increiblemente adorables y llenos de talento (....) además de no padecer obesidad y no tenemos prisa por casarnos.
Mi tía es de esos seres que cualquiera desearia golpear brutalmente pero nuestras ansias son saciadas cuando vemos que sus mentiras son descubiertas por muchas personas o cuando su mala fe queda al descubierto.
Ojalá algún día el dios Ra le conceda irse a su mansión que tanto presume que tiene en algún lugar y así por fin deje de molestar al prójimo.
***He aquí una foto de la aquella mujer y unos cuantos miembros de su familia, por razones de seguridad (no vayan a querer una tía así) escondí sus identidades.**
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