domingo, 29 de marzo de 2009

Otra prueba fahaciente de que polvo somos

Ya no quiero abrir el Hi5, porque ahí todo está confirmado.
Muchas personas tuvimos la dicha de conocerte, de intercambiar algunas palabras contigo.
Apenas el jueves te vi, parecías tan sano, tan feliz, con la misma media sonrisa con la que siempre nos veías, con la sonrisa con la que te encontrabamos en los pasillos.
Sin duda, un gran alumno, probablemente el más brillante; todos sabíamos de tu talento y de lo prometedor que se veía el futuro para ti.
A veces yo no entiendo a Dios, yo no entiendo cuando hace estas cosas. Yo no entiendo por qué se lleva a los mejores, yo no entiendo cómo los elige...
Dios te llamó a su presencia y no podemos hacer nada, pareciera que todo está perdido, pero sí es cierto lo que dicen las Sagradas Escrituras ¡eres más afortunado que nosotros!
Dios no es tonto, en lo absoluto, se llevó a un gran elemento, un excelente ser humano, un excelente alumno, un excelente hijo yo supongo y un excelente amigo.
Te vamos a extrañar David.
Hasta siempre y gracias por el tiempo que compartiste con nosotros.